Consejos para el mantenimiento de pisos de cerámica
Realizar un buen mantenimiento de pisos de cerámica te permite conservar el hogar reluciente y cuidado por más tiempo.
El mantenimiento de pisos de cerámica es indispensable para cuidar la belleza de los espacios del hogar a lo largo de los años.
Además, un proceso de limpieza y cuidado adecuado, te garantiza una mayor durabilidad haciendo que tu inversión se prolongue por más años.
En este artículo te compartimos algunos secretos para mantener los pisos impecables: desde la limpieza diaria hasta la reparación de desgaste menores.
Te aseguramos que teniendo en cuenta unos pocos detalles, vas a poder mantener tus pisos en óptimas condiciones por mucho, muchísimo, más tiempo.
Beneficios de tener pisos de cerámica y por qué hacerle mantenimiento
Antes de ir de lleno al mantenimiento de pisos de cerámica, queremos compartirte sobre los beneficios de invertir en este tipo de material para el piso de tu hogar.
Como sabrás, existen diferentes alternativas, como puede ser los pisos de madera, porcelanato, laminado y piedra.
Sin embargo, la cerámica es una de las opciones favoritas para el interior del hogar por sus ventajas en relación a su resistencia y facilidad de limpieza diaria.
Algunos beneficios de tener pisos de cerámica son:
- Durabilidad: Soportan el desgaste diario y son difíciles de rayar y dañar.
- Limpieza: Al ser una superficie lisa, y no porosa, basta con barrer regularmente para mantenerla reluciente.
- Diseños: El mercado ofrece una amplia gama de colores, patrones y estilos de cerámica adaptándose a gustos y preferencias.
- Impermeable: Es ideal para espacios propensos a la humedad, como pueden ser baños y cocinas.
- Hipoalergénica: No retiene alérgenos como polvo y polen.
Como mencionamos anteriormente, el mantenimiento de los pisos de cerámica suele ser una práctica sencilla.
Un cuidado adecuado consiste en: barrer diariamente para eliminar el polvo que podría arañar la cerámica, eliminar la grasa con detergente suave y agua tibia, limpiar las juntas con un cepillo y asear los derrames inmediatamente.
También podés colocar alfombras en lugares de mucho tráfico para evitar que se desgaste y quede sin brillo.
Estas sencillas prácticas mantendrán tu piso reluciente y cuidado por mucho más tiempo.
Solución a problemas comunes en pisos de cerámica
Como cualquier otro material, la cerámica se desgasta, quiebra y mancha. Incluso cuando la trates bien, la cuides adecuadamente y no esté expuesta a un piso de mucho tráfico.
Por eso, en esta sección vamos a compartirte algunas soluciones a problemas comunes en pisos de cerámica.
1. Reparación de grietas superficiales
Las grietas superficiales en cerámica son fáciles de reparar siguiendo algunas instrucciones específicas.
Los materiales y herramientas que vas a necesitar son: masilla para cerámica (asegurate que pueda pintarse luego), espátula, trapo limpio, papel de lija de grano fino.
Los pasos para realizar la reparación de grietas son:
- Limpiá la zona con una rejilla limpia
- Prepará la masilla según las indicaciones del fabricante
- Aplicá la masilla sobre la grieta usando la espátula
- Nivelá la masilla y verificá que quede uniforme
- Limpiá el exceso de masilla usando un trapo limpio y húmedo
- Dejá secar la masilla unas horas (esto dependerá del tipo de masilla, te recomendamos guiarte por las instrucciones del fabricante)
- Lijá superficialmente utilizando el papel de lija
- Limpiá nuevamente la zona con un trapo limpio y húmedo
- Si es necesario, pintá la masilla del color del azulejo
Si la grieta es profunda o extensa, te recomendamos reemplazar los azulejos dañados.
2. Reemplazo de baldosas dañadas
Cambiar una baldosa dañada es más complejo que reparar una grieta, pero podés lograrlo siguiendo algunas instrucciones básicas.
Los materiales y herramientas que vas a necesitar son: baldosa nueva (asegurate que tenga el mismo tamaño, color y diseño que la dañada), martillo, espátula, adhesivo de cerámica, lechada, esponja, guantes y lentes de seguridad.
Los pasos para reemplazar la baldosa son:
- Retirá la junta de baldosa con la espátula
- Rompé la baldosa dañada con el martillo y sacá los pedazos con la espátula
- Limpiá el área y asegurate que la superficie quede libre de escombros y polvo
- Aplicá adhesivo para cerámica de manera uniforme
- Colocá la nueva baldosa y presioná con firmeza para quede nivelada con las otras
- Alineá las juntas de la nueva baldosa con las baldosas del lado
- Aplicá la lechada en las juntas
- Dejala reposar unos minutos para que lechada se seque
- Utilizá la esponja húmeda para limpiar la baldosa y la junta
Siempre tené en cuenta seguir las instrucciones del fabricante para utilizar correctamente el adhesivo y la lechada.
3. Eliminación de manchas persistente en pisos de cerámica
Una mancha persistente en la cerámica no requiere del reemplazo de la baldosa. Existen varias formas de limpiarla de forma efectiva.
La más sencilla es repasar la zona con una esponja, agua tibia y detergente suave.
Si la mancha se resiste, podés probar aplicando vinagre blanco directamente sobre la cerámica. Dejá reposar el vinagre durante unos minutos para luego enjuagar la zona con agua.
También podés hacer una pasta de bicarbonato de sodio con agua y frotarlo suavemente con un cepillo de cerdas suaves o esponja.
Para evitar futuras manchas en pisos de cerámica, te recomendamos limpiar los derrames inmediatamente.
Conclusiones
El mantenimiento de pisos de cerámica es una práctica sencilla que tiene beneficios a corto y largo plazo.
Pero, incluso cuando cuides de forma prolija e indicada las cerámicas de tu casa, las baldosas sufrirán desgaste, manchas y grietas.
Resolver esos problemas es posible si tenés los elementos adecuados y seguís las instrucciones correctas.
Sin embargo, no todos tienen el tiempo y la confianza para realizarlo. En esos casos, te recomendamos buscar a un especialista en restauración y reparación del hogar.
Siempre es mejor un buen mantenimiento por zonas que, finalmente, tener que invertir en cambiar todo el piso de una habitación.